2 de cada 3 niños menores de un año sufren de trastornos digestivos

Tegucigalpa, Honduras.- Los trastornos gastrointestinales en niños pequeños son más comunes de lo que generalmente se cree, afectando a dos de cada tres niños menores de 12 meses. Se estima que aproximadamente el 32% de las consultas al pediatra se deben a constipación o estreñimiento, y hasta un 40% de los bebés sufren de cólico infantil.

Esto se debe a que el sistema digestivo de los niños es inmaduro al nacer y debe adaptarse a las nuevas condiciones de vida, lo que ocasionalmente puede causar molestias. Aunque generalmente estos trastornos no son críticos para la salud del niño, sí pueden impactar su desarrollo y la calidad de vida. Por lo cual, es fundamental comprender cómo mantener una buena salud digestiva y cómo prevenir estos padecimientos.

“Se ha comprobado que el Lactobacillus reuteri, probiótico presente en la leche materna y que se aloja en el tracto intestinal, ejerce un efecto antiinflamatorio, reduce la cantidad de bacterias productoras de gas y, por ende, reduce el tiempo de llanto por cólico infantil. Este probiótico puede ayudar en el manejo del estreñimiento al mejorar los movimientos intestinales y aumentar la frecuencia de las deposiciones de los niños”, explicó el doctor Palacios.

Existen diversas formas en las que un niño puede consumir probióticos como el L. reuteri además de la leche materna, en algunos suplementos líquidos o en polvo, que pueden ser administrados directamente al niño, siguiendo las indicaciones del pediatra. Algunos alimentos lácteos infantiles, como NAN ExpertPro COMFORT 3, y el suplemento en polvo, NANCARE Comfort, de Nestlé, están fortificados con probióticos como L. reuteri.

“Para crear hábitos alimenticios saludables, es importante que los cuidadores inicien a brindar a los niños alimentación complementaria a partir de los 6 meses de edad. Además, promover una alimentación receptiva, al interactuar con el niño mientras está siendo alimentado, para interpretar adecuadamente las señales de hambre y/o saciedad. Esto permite ofrecerle sólo la cantidad que está deseando ingerir, no la cantidad que satisface al adulto que lo está alimentando”, enfatizó el Dr. Palacios.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!