El fichaje de Lewis Hamilton por Ferrari despertó una gran expectación en la Fórmula 1. Y aunque el británico tuvo problemas en su estreno con el equipo italiano al acabar décimo en el Gran Premio de Australia 2025, siguió echando más leña al fuego al revelar en su ambición de empezar a trabajar en un coche de calle del Cavallino Rampante, el F44.
Llamado así por su dorsal de competición, el 44, y como guiño al legendario F40, esa idea despertó el interés de la multitud: «Una de las cosas que realmente quiero hacer es diseñar un Ferrari. Quiero hacer un F44».
A principios de este año, el heptacampeón posó en el exterior de la casa de Enzo Ferrari, junto al legendario F40, un coche que todos aprecian mucho: «La línea de base de un F40, con el cambio de marchas real. En eso voy a trabajar los próximos años».
El F40 ocupa un lugar de leyenda en la historia del automóvil. Fue el último coche aprobado personalmente por el difunto Enzo Ferrari antes de morir en 1988, y se lanzó en el 40 aniversario de la marca para sustituir al 288. Era el supercoche de los pilotos, uno que promovía la relación orgánica y visceral entre el hombre y la máquina, y eso es lo que Lewis Hamilton quiere volver a crear con su llamado F44.
Lo que hizo tan increíble al F40 fue su uso de la tecnología del Gran Circo. Se construyó con paneles de kevlar sobre un chasis tubular de acero. Las puertas, el capó y la tapa del maletero eran de fibra de carbono, una tecnología revolucionaria que se extrajo del deporte, y gracias a ello, el peso era lo más bajo posible, con 1.100 kilogramos.
El corazón del coche era un motor V8 de 2,9 litros y 471 CV de potencia, que le permitía alcanzar los 100 km/h en solo 3,8 segundos y, con el pedal a fondo, alcanzar una velocidad máxima de más de 320 km/h. Sin control de tracción, ABS ni otras ayudas al conductor, era lo más expuesto que podía estar una persona, con una demanda sin precedentes que hizo que se fabricaran 1.311 unidades en total.
Creación de una plantilla
El F40 creó una plantilla que la marca utilizó para sus posteriores modelos, como el F50 biturbo. El F80 es la última propuesta de Ferrari, que celebra su 80 aniversario, con la asombrosa cifra de 1.500 CV a través de un complejo e inteligente sistema híbrido acoplado a un motor V6 de 3 litros que impulsa las cuatro ruedas. Una vez más, aprovecha la tecnología de las carreras en las que participa el Cavallino Rampante y, aunque no es tan mítico como el F40, crea una experiencia de conducción casi insuperable para el afortunado que se siente al volante.
¿Cómo es un F44? Podría cerrar los ojos y verter palabras en la página imaginando en qué podría consistir un F40 moderno, pero no lo haré. Todo lo que sabemos es que Lewis Hamilton quiere reimaginar la magia de un F40 y conservar su caja de cambios manual. Quizá sería con un propulsor híbrido o utilizaría un sistema de recuperación de energía similar al del LaFerrari, pero está claro que el heptacampeón quiere una experiencia visceral.
Ligereza, agilidad y una huella más pequeña serían el nombre del juego. Para ello, solo podemos cruzar los dedos.
Con información de Motorsport