Arabia Saudí va dando pistas de lo que es capaz. Primero organizó exhibiciones en diciembre durante las pretemporadas, luego se hizo con las Next Gen Finals, pronto anunciará el Masters femenino, y en octubre celebrará en Riad la primera edición del ‘6 Kings Grand Slam’, un torneo de exhibición que reunirá a seis de las mejores raquetas del planeta. Allí estarán los tenistas más reconocidos y reconocibles del momento. En el cartel están Novak Djokovic, Rafael Nadal, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Daniil Medvedev y Holger Rune.
No obstante, uno de los mayores pasos adelante del país de Oriente en materia tenística es haber conseguido que Rafa Nadal sea embajador de tenis del país. “Es importante ver crecimiento y progreso y el STF está trabajando en eso. Vi el interés en ambos aspectos y quiero ser parte de ese rol de hacer crecer el deporte del tenis en todo el mundo. Los niños miran hacia el futuro y vi que les apasiona el deporte… Quiero animarles a coger una raqueta y disfrutar de los beneficios de una vida sana”, explicó el balear cuando se anunció el acuerdo. Desde ese momento las críticas volaron en torno al tenista balear.
Nadal responde a todo
Rafa Nadal será el protagonista de una interesante entrevista esta noche a las 22:30 en El Objetivo de Ana Pastor, en La Sexta. Su retirada, la paternidad, las lesiones, Alcaraz… El tenista de Manacor responde a todas las cuestiones y aprovecha para aclarar algunas críticas que ha recibido recientemente tras su nombramiento como embajador de la Federación Saudí de tenis. Preguntado por su aterrizaje en Arabia Saudí, Rafa Nadal asegura que “no creo que Arabia me necesite para lavar su imagen. Es un país con un gran potencial, así que es lógico que el mundo se vaya para allí. La sensación es que se compra todo con dinero y ahora Rafa también se ha vendido al dinero”.
El tenista entiende que la gente tenga esa sensación y asegura que el país tiene mucho que mejorar porque va “muy retrasado en muchas cosas”. Además, Nadal no elude asumir que si el país no continúa con la evolución que el cree que debe seguir en los próximos diez o quince años dirá que se equivocó “por completo”, pero piensa que tendrá la “oportunidad de trabajar con los valores correctos”.
Los millones convencen a todos
Aunque el 6 Kings sea un torneo de exhibición, las cantidades a repartir superan con creces la de los Grand Slams. Irían desde los 1,4 millones de euros por participar hasta los 5,6 para el ganador. El dinero es sumamente atrayente para convencer a las grandes figuras de participar en este mini campeonato Para poner ese montante en perspectiva bastan un par de datos. Sinner se embolsó recientemente 1,9 millones de euros (2,04 millones de dólares) por su título en el Open de Australia. Tuvo que jugar siete partidos al mejor de cinco sets y pagarse una estancia de tres semanas para él y todo su equipo en Melbourne.
Si el italiano gana la exhibición de Riad -recordemos que no serán más de tres-cuatro días-, ganará una cifra tres veces superior. Pero puede que Australia -el Grand Slam que menos premios entrega- no sea el mejor ejemplo. Vayamos a Wimbledon, el torneo más prestigioso del tenis y el grande que más prize money reparte. Con su título de 2024, Alcaraz se llevó a casa un montante de 2,7 millones de euros, la mitad de lo que se llevaría en Riad.
Opción para 2025
El siguiente paso del país de Oriente Próximo es organizar a partir de enero de 2025 un Masters 1000 como antesala del Open de Australia, algo que rompería completamente la gira de torneos por las Antípodas que monta Tennis Australia, previa al primer grande. Se vería afectada la United Cup y torneos con tanta tradición como los de Adelaida y Brisbane. Areej Mutabagani, presidenta de la federación saudí, estuvo presente en el pasado Abierto de Australia avanzando en las negociaciones para que Arabia Saudí tenga cada vez más peso en el planeta tenis.
Los Grand Slams querían pasar a controlar los Masters 1.000, que hasta ahora son organizados por la ATP. Pero, la cosa iba más allá. Arabia Saudí quería representación en el circuito y solicitaba la celebración de un masters en su territorio. Esto podría suponer la desaparición de alguno de los ya existentes, como Miami o Madrid. Por el contrario, si no concedían dicha petición, amenazaban con crear un circuito paralelo a la ATP, lo que podría tener el mismo efecto que en el golf, y que la ATP no tuviese todo el control.