Con 82 puntos este año, Yamaha ocupa el último lugar de la clasificación mundial de constructores, y esta es una señal más de que las fábricas japonesas ahora deben intentar cerrar la brecha con las europeas.
Franco Morbidelli dijo el domingo que no estaba sorprendido y que su objetivo es solo uno: mejorar su rendimiento como piloto para ayudar al equipo y a la fábrica a volver a la senda del éxito:
– Desde fuera es difícil entender por qué Yamaha y Honda están tan mal en el mundial de constructores. Pero desde dentro te das cuenta de que es un reflejo exacto de lo que ha estado sucediendo en cada sesión en pista y en cada carrera, así que no nos sorprende.
Nuestro único objetivo es mejorar esa misma situación. No me desmoraliza ver a Yamaha al final de la tabla de constructores, porque me centro más en hacer más y mejor, en ser más rápido, más consistente y en sacar el máximo provecho de la moto.
Eso es lo que hemos estado haciendo. Puede que seamos los últimos en el campeonato de fabricantes, pero ¿qué, sextos en el campeonato mundial por equipos? Tenemos algunos puntos, lo que demuestra que los corredores están dando el máximo o casi lo mismo para recompensar al equipo con puntos. Pero sabemos que la moto tiene que mejorar.