Simone Biles ha vuelto a hacer historia al conquistar la medalla de oro en el concurso completo de los Juegos Olímpicos de París, sumando otro hito a su ya impresionante carrera. Ocho años después de su triunfo en Río 2016, Biles se une a las leyendas Larysa Latynina y Vera Caslavska como una de las pocas gimnastas en ganar dos títulos olímpicos. Este logro eleva aún más su estatus como la mejor gimnasta de todos los tiempos.
Con una puntuación de 59,131 puntos, Biles se impuso sobre la brasileña Rebeca Andrade, quien se quedó con la plata con 57,932 puntos, y la estadounidense Sunisa Lee, campeona de Tokio 2020, quien se llevó el bronce. La actuación de Biles, particularmente en el Estadio de Bercy, no solo añade otra medalla a su cuenta personal, sino que también destaca su resiliencia y capacidad de superación, algo que la ha caracterizado a lo largo de su carrera.
En la competencia, Biles mostró su excepcional talento y determinación, superando un error en las barras asimétricas que podría haberle costado el oro. Sin embargo, su sobresaliente desempeño en los dos últimos aparatos, la barra de equilibrio y el suelo, le permitió remontar y asegurar la victoria. Andrade, que también realizó una competencia impresionante, rozó la perfección en su salto inicial, el Cheng, pero no pudo superar la Biles II de Simone, un Yurchenko doble mortal carpado, que le aseguró la ventaja en la tabla de posiciones.
La competición estuvo llena de momentos emocionantes y demostró el alto nivel de las competidoras, incluyendo a la argelina Kayla Nemour, que a sus 17 años debutó en una gran final y a la canadiense Ellie Black, que también mostró su experiencia y destreza. La batalla en las barras asimétricas fue particularmente intensa, con Biles luchando por mantenerse en la cima tras un ejercicio que casi le cuesta caro. Sin embargo, su capacidad para mantener la calma y ejecutar una salida precisa le permitió mantenerse en la pelea por el oro.
En la barra de equilibrio, Biles volvió a demostrar por qué es considerada la «GOAT» (Greatest of All Time). Su serie de movimientos acrobáticos y su salida impecable le dieron la ventaja necesaria para superar a Andrade, que también realizó un ejercicio sólido pero ligeramente inferior. La competencia se decidió en el suelo, donde Biles selló su victoria con una ejecución casi perfecta, mientras el público la animaba con fervor.
Con esta victoria, Biles se convierte en la tercera gimnasta en la historia en ganar dos títulos individuales completos en Juegos Olímpicos, y la primera en hacerlo en ediciones no consecutivas. Este logro es aún más impresionante considerando que Biles se retiró parcialmente de la competición en Tokio 2020 debido a problemas de salud mental, lo que subraya su fortaleza mental y capacidad de recuperación.
Además de este logro, Biles ha extendido la racha de seis victorias consecutivas de gimnastas estadounidenses en esta categoría desde 2004, reafirmando el dominio de Estados Unidos en la gimnasia artística. La gimnasta italiana Alice D’Amato finalizó cuarta, mientras que la joven argelina Nemour terminó en la quinta posición, una hazaña notable para su primera gran final.
La gimnasia artística tendrá un descanso el viernes, antes de regresar con las finales por aparatos el sábado, donde Biles buscará sumar más medallas a su impresionante palmarés. Tres oros más están en juego, y el mundo estará expectante por ver si esta increíble atleta puede seguir desafiando los límites y consolidar aún más su legado en el deporte. Redacción Bruce Villatoro CEO DiarioHouse.Com