El tenis ruso, en el vórtice de la polémica por culpa de la guerra contra Ucrania, sigue en primera línea en el circuito femenino y desde este domingo tiene a otra jugadora en el Top-50: Varvara Gracheva.
La moscovita de 22 años ganó en la tercera ronda del WTA 1.000 de Miami por 6-2 y 6-1 a la polaca Magdalena Frech y es virtualmente 44ª del mundo, su mejor puesto, mejorando el 54º que ocupa oficialmente. Se une a Daria Kasatkina (8ª), Veronika Kudermetova (12ª), Liudmila Samsonova (15ª), Ekaterina Alexandrova (18ª) y Anastasia Potapova (25ª) entre las 50 mejores del mundo. Solo Estados Unidos, tiene más integrantes (ocho) en esas posiciones de privilegio.
Gracheva era la número 100 en el primer ranking publicado en 2023, después de una temporada de malos resultados (en Estambul la española Sara Sorribes le pasó por encima). Por lo que en tres meses ha subido 56 puestos, entre otras cosas porque llegó a la tercera ronda en el Open de Australia, donde sorprendió a su compatriota Kasatkina. También porque fue finalista en el 250 de Austin (cayó ante la ucraniana Marta Kostyuk), antes de llegar a octavos en Indian Wells (le ganó Elena Rybakina). Vive en Francia, donde la entrena, en la ETC Academy de Cannes, Gerard Solves y coincide con Daniil Medvedev. Le gusta pintar (le encanta la obra de Van Gogh), tiene dos perros y escucha rock alternativo (su grupo preferido es Skillet). Solo ha jugado 29 partidos WTA (19-10) y no ha ganado ningún título. Este parece su momento.
En octavos, este lunes, Varvara se enfrentará a Petra Kvitova (15ª favorita), después de que la checa, que disputa su 99º WTA 1.000, ganara por 6-4 y 7-6 (3) a la croata Donna Vekic, a la que ya había vencido otras tres veces.