Barcelona.- Marcus Rashford llega al Barcelona para demostrar que no se le olvidó jugar al futbol. Lo hace con el ferviente deseo de seguir compitiendo y convencido de querer levantar trofeos. Además de ansiar callar más de una boca.
Acostumbrado a jugar bajo los cielos cada vez menos cubiertos de Manchester, y tras una época con más oscuros que claros, Rashford, canterano del United, aspira a que en el Barcelona, de la mano de Hansi Flick y cerca de monstruos futbolísticos como Lamine Yamal, Pedri, Robert Lewandowski, Rafinha o Frenkie de Jong, sonreír pueda volver a ser una opción real cuando le hablen de futbol.
Las sensaciones que dejó en el Aston Villa fueron «muy buenas», aunque una lesión en los isquiotibiales le dejó fuera de combate en el tramo final de temporada en Inglaterra.
«Está bien para sumarse al grupo», una fuente del Barcelona indicó a ESPN sobre la última lesión del británico.
«Será Rashford. El que vendrá será Rashford», repetía una y otra vez una fuente del Barça a ESPN. «¿Por qué?». Era la obligada repregunta.
«Por opción de mercado (una cesión), por polivalencia (puede actuar en los dos costados y por el centro) y porque a Flick siempre le atrajo la posibilidad de traerlo», respondió. Dicho y hecho.
Hubo siempre debate para dirigir el tiro en cuanto al nombre al que atacar en el mercado de verano. Deco, director deportivo culé, siempre deseó a Luis Díaz, jugador al que el Barça tuvo en la mano en 2022, pero se acabó decantando por Ferran Torres, entonces en el Manchester City.
Díaz aún no tiene un precio de salida fijado por el Bayern Munich, aunque pronto podríamos saberlo.
La cosa es que el Barça hizo un par de intentos, ofreció una cantidad gustosa de millones, cerca de 60 entre fijo y variables, pero la respuesta fue clara, concisa y directa por parte de los rectores del Bayern Munich: «Gracias por el interés, pero no vendemos».
Apareció entonces Nico Williams. Como Rashford, puede jugar en los costados, aunque el navarro preferiblemente por la izquierda. Todos sabemos cómo acabó aquella historia a principios de mes.
Mientras el Barça filtraba que iba a abonar la cláusula de rescisión (entonces 58 millones de euros), el jugador ampliaba hasta 2035 con el Athletic Club.
Y claro, de la terna quedaba Rashford y como ha sido el que acabó firmando, parece que sea el elegido por descarte. Pero no, nada más lejos de la realidad.
Era como salir con Cindy Crawford
Rashford sueña con debutar con el Barcelona. Parece ser que siempre fue un deseo. En 2019, cuando comenzaba a despegar y no firmaba la renovación con el Manchester United, el Barça, de la mano de Ramon Planes, entonces director deportivo culé, se acercó a olisquear si tenía opción alguna para traerlo.
Rápidamente captó que cualquier posibilidad sería un milagro. En este sentido, una fuente del aquel Barça comentó a ESPN en la primavera de 2019 que «el interés azulgrana por Rashford es como querer salir con Cindy Crawford».
Más claro el agua, imposible. Las cosas han cambiado, Rasford ya está en Barcelona y ahora buscará ser como la top model que en su día deseaba el Barça y que hoy ya sabe que durante la próxima temporada lucirá el dorsal 14 de la azulgrana. A ver qué tal sale. Con información de ESPN