¿En qué estaba pensando Lando Norris? La forma en que chocó con Oscar Piastri en la vuelta 67 del Gran Premio de Canadá 2025 el domingo parecía bastante de aficionado. El piloto de McLaren F1 vio un hueco donde no lo había y simplemente se tocó contra la parte trasera de su propio compañero de equipo.
Se acercó a Piastri en el rebufo y con el DRS activado y probablemente habría llegado fácilmente a la misma altura por el interior si hubiera encontrado una forma de pasar a Piastri. Pero no hubo manera porque el australiano se colocó hábilmente. Y como Norris no quería embestirle bajo ninguna circunstancia, se produjo un toque.
El piloto de 25 años ya «durmió mal» después de Miami, y después de la carrera de Montreal no puede haber otro protagonista para esta columna. Norris metió la pata, y lo sabía. Su primer mensaje de radio fue: «Error mío», admitió inmediatamente, y: «Estúpido de mí».
Que estos errores pueden ocurrir… es evidente. En la Fórmula 1 han sucedido cosas más estúpidas a pilotos de renombre. Nigel Mansell por ejemplo, caló el motor Renault de su Williams en 1991, cuando parecía seguro que iba a ganar en Canadá, porque estaba demasiado ocupado saludando a los espectadores.
La historia de sus amargas derrotas comienza el 26 de septiembre de 2021, cuando Norris estuvo a punto de ganar el Gran Premio de Rusia de no haber sido por el tiempo y sus propios nervios.
Como recordatorio, el entonces piloto de 21 años condujo una carrera impecable y tenía una mano en el trofeo cuando empezó a llover en Sochi. En la radio de boxes, organizada de forma bastante caótica por el puesto de mando, se le dejó decidir si quería seguir con slicks o no. Norris eligió probar los slicks, se salió de la pista, tuvo que cambiar neumáticos y finalmente acabó séptimo.
Hay pilotos de carreras que se lanzan en cuanto tienen la oportunidad. Max Verstappen es uno de ellos. Cuando olió la oportunidad de ganar el Gran Premio de Barcelona 2016 en la primera carrera con Red Bull, lo hizo. Y los hay que tienen el talento y la velocidad, pero obviamente no tienen la sangre fría necesaria para cerrar el saco una y otra vez.
Lo sabemos por el fútbol: hay delanteros que son rápidos como el rayo, que son más rápidos que cualquier defensa para penetrar por los huecos del campo… y luego fallan ante la portería una y otra vez. Y luego están los típicos «goleadores», que quizá no sean tan hábiles en cuanto a carrera y técnica, pero que marcan cada vez que tienen ocasión. El alemán Ulf Kirsten era un ejemplo de ello
Lando Norris no es un «cazagoles». Al menos no hasta ahora. En situaciones como la del domingo en Montreal, carece de la calma interior y la compostura necesarias para tomar instintivamente la decisión correcta. La palanca de la que tiene que tirar está en su cabeza y no en su acelerador.
Porque fue rápido en el Gran Premio de Canadá. De la vuelta 51 a la 58, consiguió recortar una diferencia de 4.5 segundos. Sí, sus neumáticos eran dos vueltas más frescos, pero Norris también había empezado la carrera desde la séptima posición de la parrilla y estaba peor que Piastri.
«Para mí, Oscar Piastri es el claro favorito para el campeonato a partir de hoy», dijo Nico Rosberg en su análisis en Sky. Porque el australiano es «increíblemente sólido» y puede mantener su alto nivel «todo el tiempo». Y «Norris comete errores todo el rato».
Rosberg sabe perfectamente lo que significa superar una estructura de personalidad completamente insegura para convertirse en campeón del mundo de Fórmula 1. Vencer a Lewis Hamilton en Mercedes en 2016 le exigió tanta dedicación que dimitió al final de la temporada completamente por sorpresa, cinco días después de coronarse. Pero al menos sabe cómo hacerlo.
Quizá Norris debería haber respondido cuando Rosberg se ofreció a ayudarle. Me parece que Nico ve un poco de sí mismo en Norris. Es decir, un piloto con un talento extraordinario que puede competir realmente con cualquiera en términos de velocidad. Pero tiene que superar sus propias inseguridades para tener éxito al más alto nivel en un deporte brutal como la Fórmula 1.
La buena noticia es que Nigel Mansell se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 un año después de su percance en Canadá en 1992, cuando muchos ya le daban por perdido. Quizá Norris consiga una hazaña similar en 2026. Y, no lo olvidemos, la temporada 2025 está lejos de haber terminado… Con información de Motorsport