Madrid.- Kylian Mbappé finalmente pisó el césped del Santiago Bernabéu con la camiseta del Real Madrid, en lo que prometía ser una tarde histórica. Sin embargo, la realidad fue menos deslumbrante de lo esperado, ya que el equipo, lejos de impresionar, dejó ver carencias que encendieron las alarmas entre la afición.
El tridente ofensivo, con Mbappé, Vinícius y Rodrygo, no logró cumplir con las expectativas que había generado. A pesar de la ausencia de Jude Bellingham, lesionado por un mes, el ataque blanco no pudo conectar, mostrando un juego deslucido y falto de contundencia. Arda Güler, quien tuvo una destacada actuación, fue de los pocos que dejó una nota positiva en una tarde calurosa que no terminó de convencer.
El Santiago Bernabéu, con claros en las gradas a pesar de la presencia de Mbappé, reflejaba el desencanto de una afición que no vio colmadas sus expectativas. Las subidas de precios y el rendimiento del equipo en Mallorca, previo al debut en casa, parecieron pasar factura en la venta de boletos. La entrada más económica rondaba los 95 euros, un precio que muchos consideraron excesivo dada la actuación del equipo.
En medio de un ambiente veraniego, donde las camisetas naranjas de la tercera equipación se mezclaban con las tradicionales blancas, los aficionados esperaban un espectáculo que nunca llegó. Mbappé, Vinícius y Rodrygo, los llamados a ser los protagonistas, se mostraron apagados y sin chispa, dejando al equipo sin la potencia ofensiva esperada.
Carlo Ancelotti, vestido para la ocasión con su tradicional traje y chaleco, tampoco pudo revertir la situación desde el banquillo. Aunque Fede Valverde nuevamente demostró ser el hombre clave para desatascar al equipo con un gol que abrió el marcador en la segunda parte, el juego colectivo seguía sin convencer.
Mbappé, por su parte, no tuvo su día. Sus intentos por destacar, ya fuera con su característico sprint o en la definición frente al arco, no dieron frutos. Un disparo de tacón fallido y un remate cruzado demasiado desviado fueron los puntos culminantes de su frustrante debut. A pesar de ello, fue ovacionado por la afición cuando fue sustituido en el minuto 86, mientras aún busca su lugar en el esquema del equipo.
La entrada de Endrick, en lugar de Mbappé, fue un rayo de esperanza. El joven brasileño, con solo 18 años, aprovechó su oportunidad al máximo, anotando en su primer disparo oficial con el Real Madrid. Su gol no solo selló la victoria del equipo, sino que también encendió la ilusión en una tarde que, por momentos, pareció destinada al olvido.
El Real Madrid se llevó los tres puntos, pero el juego dejó muchas más preguntas que respuestas. Mbappé, en su debut tan esperado, aún no encuentra su ritmo, y el equipo sigue buscando la chispa que le permita alcanzar el nivel que su afición demanda. El Bernabéu espera, y mientras tanto, Endrick se postula como la nueva promesa en un ataque que aún debe mejorar. Redacción Bruce Villatoro CEO DiarioHouse.Com