Mario Barrios nació en el precipicio y en su infancia caminó sobre el abismo.
Cuando se anunció el retorno de Manny Pacquiao al boxeo con 46 años, se robó todos los reflectores por el peso de su nombre y el significado en la historia para el pugilismo. Sin embargo, en la otra esquina estará Mario Barrios (29-2-1, 18KOs), actual campeón welter del CMB, con un pasado de pesadilla y un presente de ensueño.
Con 30 años, Barrios siente más el calor del país latinoamericano, tan así que su apodo es ‘El Azteca’, a pesar de haber nacido en Texas. Después de sumar 75 victorias y solo tres derrotas como amateur y admitir públicamente que “nunca fui el mejor, pero sí el más persistente”, describió exactamente su forma de ser y cómo enfrentar los retos de la vida.
Marcado por su infancia
Con una infancia difícil, ‘el Azteca’ se encargó de “limpiar su nombre” con el boxeo. Y es que según le confesó a Premier Boxing Champions (PBC), vivió una escena de película de terror cuando tan solo tenía siete semanas de nacido. Su papá (Mario Barrios Sr.) fue condenado por homicidio imprudente en primer grado de su hermana Esperanza de un año en aquel 1995. Mientras él y su hermana mayor, Selina, eran colocados bajo custodia por el Departamento de Servicios Humanos.
Más tarde, cuando su madre Isabel Soto, quien era también maltratada por Barrios Sr., probó su inocencia y peleó para tener la custodia de sus hijos, logró sacar a Barrios Jr. y a Selina de esos hogares de acogida y tratar de superar los traumas y pérdidas del pasado para reiniciar sus vidas juntos.
“Es una historia que nadie conoce de mí”, dijo Mario. “Pero creo que es bueno sacarla a la luz y hablar de ella. Alivia mucho el dolor. Mi mamá es el amor de mi vida. Es mi heroína. A mi madre le arrancaron el corazón del pecho cuando murió mi hermana. Creo que nunca puedo hacer lo suficiente por mi madre. Es la persona más fuerte que conozco”, agregó a PBC en 2022.
La tragedia no lo detuvo, sino que se sobrepuso a través del deporte. Cuando tenía siete años y su hermana Selina nueve empezaron en el boxeo gracias a su mamá, quien tuvo la iniciativa de llevarlos al gimnasio. Así fue cómo inició a descargar su furia y frustraciones en el ring, convirtiendo su historia dolorosa en combustible para el ring, hasta forjarse como campeón mundial en 2019, tras vencer a Batyr Akhmedov por decisión unánime y adueñarse del título superligero de la AMB.
Regresó a la cima
A pesar de ese mal momento, Barrios se levantó y en 2023 volvió al trono cuando aplastó al cubano Yordenis Ugás, quien había sido verdugo de Manny Pacquiao, en una decisión unánime, enviándolo a la lona en el segundo y último asalto, pero sobre todo, mostrando una superioridad revitalizadora. Luego de esa pelea defendió su título welter contra Fabián Maidana y empató ante Abel Ramos noviembre pasado.
Ahora Barrios vive su propio sueño: alcanzó la cima del boxeo, sacó a su familia de la pobreza y ha honrado la memoria de su hermana Esperanza, cuyo nombre lleva en cada calzoneta como símbolo eterno. Forjó su legado a golpe de esfuerzo, no para borrar su pasado, sino para transformarlo. Esta vez, no pelea solo por defender un título, sino por sellar una historia de redención frente a una leyenda del ring. Con información de ESPN