Lo que los padres deben saber sobre alimentación complementaria

¿Le podemos dar cereales a los bebés?  Sí, pero no cualquiera. A partir del sexto mes, los bebés pueden empezar a consumir alimentos sólidos. Hay cereales infantiles especiales para ellos que son una buena opción porque son fortificados.

Los cereales infantiles fortificados, a diferencia de una avena común que encontramos en el supermercado, son enriquecidos con hierro y zinc, nutrientes importantes para el desarrollo del bebé.
Nestlé, compañía comprometida con la alimentación infantil y siguiendo las recomendaciones de pediatras y nutricionistas, destaca los beneficios nutricionales que ofrecen los cereales infantiles en las etapas de crecimiento y desarrollo de los infantes.

¿Qué son los cereales y qué aportan?

Los cereales en general, como maíz, arroz, trigo, cebada y avena forman parte de la alimentación complementaria, siendo, muchas veces, la primera comida diferente a la leche materna de los infantes.  Los cereales infantiles, en su mayoría, son fortificados con vitaminas y minerales para convertirse en un alimento adecuado a las necesidades específicas del bebé durante el primer año de vida. Por ejemplo, los cereales infantiles Nestum ofrecen:

  • Carbohidratos de fácil digestión que aportan la energía para esta etapa de crecimiento y desarrollo del bebé.
  • Contribuyen a reforzar el sistema inmune del niño, todavía frágil entre los 6 meses y los 3 años, gracias a la fortificación con vitamina A y minerales como el zinc.
  • Son ricos en hierro y vitaminas del grupo B (B1, B6, B3) que apoyan a las necesidades específicas de los pequeños en etapa de rápido crecimiento.
  • Ofrecen diferentes variedades de un solo cereal y mezcla de cereales siendo de gran ayuda como primer paso hacia la alimentación complementaria y el descubrimiento de nuevos sabores. Es el inicio de su despertar sensorial.

¿Cuándo podemos introducirles cereales a los bebés?

La Organización Mundial de la Salud indica que antes de cumplir los seis meses, un bebé no necesita otros alimentos, más que la leche materna exclusiva, pues esta cubre todos los requerimientos nutricionales de esa etapa. A partir del segundo semestre de vida, cuando inicia la introducción de alimentos diferentes a la leche materna (alimentación complementaria), el bebé obtendrá los beneficios de los cereales, siguiendo las recomendaciones del pediatra en cuanto a ingredientes.

Al momento de iniciar la alimentación complementaria es importante elegir un cereal especialmente creado para el infante. “Los cereales infantiles fortificados, a diferencia de una avena común que encontramos en el supermercado, en su mayoría están enriquecidos con hierro y zinc, nutrientes importantes para el desarrollo del bebé. La ventaja es que con muy poco alimento se pueden conseguir muchos nutrientes. Recordemos que el estómago del bebé es muy pequeño, así que debemos darle lo que realmente es necesario”, comentó Edilda Castroverde, experta en nutrición, salud y bienestar en Nestlé Centroamérica

“Otra ventaja es que tienen probióticos, bacterias benéficas que forman la flora intestinal y apoyan a la buena salud digestiva. Además, contienen carbohidratos hidrolizados que proporciona una textura suave, adecuada para sus primeras comiditas”, destacó Castroverde.

Cuando el niño empieza mantenerse sentado, a gatear o a dar sus primeros pasos, la demanda energética aumenta. Debido a esto, los alimentos que aporten energía, como los carbohidratos presentes en cereales, verduras y frutas, deben formar parte de su dieta.

¿Qué porción de cereal es recomendable?

En general, se sugiere ofrecer aproximadamente 5 cucharadas de cereal infantil o la porción sugerida en el empaque.  Esta porción irá incrementándose a medida que el infante vaya creciendo, pues su demanda nutricional y capacidad gástrica aumenta. Una vez el niño haya tolerado un solo alimento a la vez, se pueden mezclar, por ejemplo, el cereal con frutas o verduras.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!