AUGUSTA, Georgia, EE.UU.- Jon Rahm no paró de escuchar que su destino era ganar este Masters porque tantas estrellas españolas estaban alineadas a su favor.
El domingo era la fecha de nacimiento de Severiano Ballesteros, su ídolo e inspiración en el golf. Este año se cumple el 40mo aniversario del segundo título de Ballesteros en el Masters. Además, el caddie Adam Hayes recibió un overol con el número 40 — el 9 de abril.
“Me dijeron tantas cosas sobre porque este podría ser el año”, dijo Rahm, imponente con su nuevo chaleco verde de campeón. “Y yo traté de no darle demasiada importancia”.
Su golf resultó ser más valioso que cualquier otra coincidencia histórica.
Rahm convirtió el día más largo en su victoria más dulce, comenzando el domingo con un déficit de cuatro golpes en el frío de la mañana y terminando con la luz del sol poniente, al conquistar otro grande y consolidarse como número uno del mundo.
Se convirtió en el cuarto español que se consagra campeón del Masters, siguiendo los pasos de Ballesteros, José María Olazábal y Sergio García.
Rahm cerró con tarjeta de 69 golpes, tres bajo par, para tomar distancia de un errático Brooks Koepka. Superó por cuatro golpes sobre Koepka y Phil Mickelson, de 52 años, quien logró 65, la mejor marca del torneo. Es el subcampeón de mayor edad en la historia del Masters.
Fue Mickelson quien declaró que Rahm estaría entre las estrellas más grandes del golf incluso antes que el español se convirtiera en profesional en 2016. Rahm ahora tiene una chaqueta verde para acompañar su título del Abierto de Estados Unidos que conquistó en 2021 en Torrey Pines.
“Era obvio para mí desde muy joven que él era uno de los mejores jugadores del mundo, incluso cuando estaba en la universidad”, dijo Mickelson. “Verlo en este escenario no sorprende a nadie”.
Rahm logró acercarse dos tiros sobre Koepka en los últimos 12 hoyos de la tercera ronda retrasada por la lluvia y comenzó la ronda final dos tiros detrás. Aprovechó el colapso de Koepka y luego avanzó tanto que la asombrosa ronda final de Mickelson, la mejor última final en la historia del Augusta National para el tres veces campeón del Masters, no fue suficiente.
Rahm abrazó a su mujer y a sus dos hijos, y cuando se dirigía a la sala de puntuación se encontró con Olazábal, el bicampeón del Masters, en su chaqueta verde para recibir el abrazo más fuerte de todos y una felicitación en que se mencionó a Ballesteros.
“Dijo que espera que sea el primero de muchos más”, reveló Rahm en Butler Cabin. “Ambos mencionamos algo sobre Seve, y si nos hubiera dado 10 segundos más, creo que ambos hubiéramos terminado llorando”.
García era un amateur en 1999 cuando Olazábal ganó su segunda chaqueta verde, y luego García la ganó en 2017, año en que Rahm debutó en el Masters.
“Nunca pensé que acabaría llorando al ganar un torneo de golf, pero estuvo a punto de hacerlo en ese 18vo hoyo”, dijo Rahm.
“Y ello fue por todo el significado que representa para mí y para el golf español», añadió. “Es el décimo grande de España, el cuarto jugador que gana un Masters. Es algo realmente increíble”.