Serbia tiene la eliminatoria de cuartos de final de la Copa Davis justo donde quería. Gracias a Miomir Kecmanovic, segundo espada y número 55 del ranking mundial, que derrotó en el primer encuentro de los balcánicos en las Finales de Málaga al 60º, Jack Draper: 7-6 (2) y 7-6 (6) en un duelo espeso, muy disputado.
Resultado que sirve en bandeja el punto decisivo a Novak Djokovic, quien tendrá a Cameron Norrie como escollo en esa misión. La victoria de Nole se antoja fundamental, porque en el dobles la ventaja sobre el papel es claramente británica con Skupski y Salisbury, dos de los mejores especialistas del mundo.
Empezó mandando en el Martín Carpena, seguramente alentado por la importante parroquia británica que reside en la zona y que hizo acto de presencia, el juego de saque y derecha de Draper, un tenista moderno, sin muchos recursos más allá de eso, pero que rentabiliza su potencia. 10 aces y 39 golpes directo resaltaron en sus estadísticas, pero empañados por un pobre 62% de primeros y 52 errores no forzados. También por su resto, que no le fabricó ni una sola oportunidad de rotura, mientras que tuvo que salvar hasta cuatro oportunidades de Kecmanovic, menos explosivo, más moderado (19 ganadores y 16 fallos sin presión).
En esa dinámica solo cabría un guion, y era el del tie-break. El pleito se resolvió con sendos desempates, sin un solo quiebre en algo más de dos horas de partido. En el que decidió el primer set, la iniciativa la cogió pronto, y ya no la soltó, Kecmanovic, que en el de la segunda manga tuvo aplomo cuando Draper entró lanzado y se anotó un miniquiebre a las primeras de cambio. Del 0-2 se pasó al 5-2 y de ahí a la sexta victoria del serbio en nueve partidos Davis, la primera derrota en esta cita de Draper, que se estrenó con una victoria en la fase de grupos en septiembre ante el australiano Kokkinakis.