Lewis Hamilton ha revelado que no puede esperar a que llegue Navidad, en lo que constituye un sorprendente resumen de su última temporada con Mercedes.
A principios de año, Hamilton comunicó a su jefe, Toto Wolff, su decisión de rescindir su contrato con las Flechas Plateadas para unirse a Ferrari en 2025.
Sin embargo, el británico dejó claro que quería terminar su etapa en Mercedes, a la que llegó en 2013 procedente de McLaren, con buenos resultados.
Lo consiguió al ganar el Gran Premio de Gran Bretaña en julio, antes de alzarse con la victoria en Spa-Francorchamps ese mismo mes.
Sin embargo, su cuarto puesto en México se vio yuxtapuesto por un abandono en Austin y un décimo puesto en San Pablo, donde su Mercedes tuvo problemas en el circuito reasfaltado y lleno de baches.
Y ahora, el piloto de 39 años no puede esperar a que termine esta temporada para empezar la nueva campaña con Ferrari el año que viene.
Cuando Motorsport.com le preguntó por su decepción, Hamilton dijo: «Me he centrado en otra cosa. No estoy luchando por el campeonato. En realidad, no importa dónde acabemos en el campeonato».
«No me importa si termino por delante de George (Russell, su compañero de equipo) o por detrás de George. Me da igual. Sólo quiero mantener el coche fuera del muro y tratar de sumar puntos si puedo para el equipo, si puedo terminar, lo que sea».
A Hamilton se le pidió que identificara si los problemas de rebote, que le causaron un considerable dolor de espalda durante toda la semana en Brasil, se debían a la baja altura de pilotaje de Mercedes o a la superficie bacheada de la pista.
«Ambas cosas, pero creo que sobre todo por el coche, algo que no va bien. La clasificación fue mala. La carrera sprint fue mala. El coche ha estado mal todo el fin de semana».
«Obviamente, es devastador tener estas malas carreras en la segunda mitad de la temporada, pero todo lo que puedo decir es que lo estamos intentando».
«Estamos llegando a los fines de semana, pero definitivamente no es aceptable. Definitivamente no es lo suficientemente bueno y tenemos que asumir la responsabilidad. Tengo que asumir la responsabilidad, pero estoy haciendo lo mejor con lo que tengo».
Cuando se le preguntó por qué su coche cambia de bueno a malo cada fin de semana, Hamilton bromeó: «Dímelo tú. Esa es la pregunta del millón. Si la encuentras. Te daré un millón de dólares».
Con informacion de Motorsport