Remy Gardner tuvo una temporada difícil en MotoGP en 2022 y, al no poder conseguir una renovación con Tech3 y KTM, se quedó sin moto. Su sueño de llegar a la categoría reina se hizo añicos rápidamente, y el «refugio» del campeón del mundo de Moto2 de 2021 es el Campeonato del Mundo
de Superbikes.
En una entrevista con el canal de YouTube ReFuel Studios, el australiano dijo: «El sueño de todo el mundo es ser piloto de MotoGP, las fábricas se aprovechan de la ilusión de los pilotos y, bueno, suben muy rápido con poco dinero y, al final, si no lo hacen bien, en un año en MotoGP, salen a la calle y es un poco… Tenía la opción de volver a Moto2, pero no tenía mucho más que hacer después de ganar el campeonato, así que me propuse un nuevo desafío y me fui a Superbike».
Por otro lado, Gardner sostuvo que la mentalidad de los fabricantes japoneses implica un sentimiento más humano: «Las marcas japonesas tienen un toque un poco humano, ya que a las europeas les gusta más decir si son blancas o negras».