El show de gestos de Djokovic ante el hostigamiento

Novak Djokovic vivió una jornada para el olvido en las ATP Finales de Turín, donde cayó frente al italiano Jannik Sinner por 7-5 y 6-7 (5) y 7-6 (2), tras más de tres horas de una intensa batalla que estuvo marcada por el hostigamiento del público y se resolvió en un tie-break a favor del singlista favorito de los espectadores por 7-2.

El joven tenista local aseguró una victoria trascendental en un duelo de alta intensidad contra el número uno del mundo, pero lo llamativo fue el accionar de los fanáticos que celebraban cada fallo del serbio con aplausos y silbidos. La primera muestra se dio cuando en el parcial inicial, con el marcador 5 iguales, cuando Nole cometió una doble falta en su servicio y desde las gradas se burlaron de la leyenda internacional.

Otra muestra se dio en un momento de descanso en la tercera manga, cuando Djokovic apeló a la ironía para alimentar la silbatina generalizada con movimientos que provocaron la ira de los presentes.

El encuentro fue un verdadero festival de tenis en el que los protagonistas mostraron su mejor versión. Sinner, demostrando un juego confiado y versátil, logró controlar todos los ataques del experimentado rival, desafiando la experiencia y la resistencia de la leyenda de Belgrado.

Desde el inicio, ambos se mostraron impenetrables en el servicio, apenas cediendo puntos. Sin embargo, la falta de intercambios prolongados dio paso a una lucha reñida en la que Djokovic intentó evitar que el italiano tomara la iniciativa, presionando desde el retorno para mantenerse en la cancha y dictar el ritmo del juego. El serbio fue el primero en poner en aprietos al servicio del local, pero el joven italiano, con su característica derecha invertida y su habilidad para abrir ángulos, se mantuvo firme.

Recién en el cierre del espectáculo, Sinner mostró una faceta más agresiva, al presionar con tiros más potentes que desafiaron la resistencia de Nole. A pesar de ceder un quiebre de servicio, el italiano demostró valentía y determinación para recuperarse rápidamente. La lucha mental se prolongó hasta otro emocionante desempate, donde el singlista local exhibió un juego superior para asegurar una inolvidable victoria ante su público.

El resultado dejó abierto el Grupo Verde sin un clasificado definitivo, anticipando una última jornada de alto voltaje en Turín. Ahora, el serbio tendrá que vencer en la última jornada al polaco Hubert Hurckaz, que jugará en lugar del lesionado Stefanos Tsitsipas, sin opciones de clasificarse, y esperar el resultado entre el danés Holger Rune y Jannik Sinner. Las dos plazas para las semifinales todavía no están definidas, pero el público ya dio su veredicto.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!