Crece tensión en el Real Madrid tras llegada de Mbappé

El ambiente en el Real Madrid no es tan brillante como lo refleja el marcador de su reciente triunfo 2-1 frente al Celta de Vigo. Desde la llegada de Kylian Mbappé al equipo, Jude Bellingham, una de las jóvenes estrellas del conjunto merengue, ha experimentado un descenso en su rendimiento que ha encendido alarmas en el club y entre los fanáticos. Lo que parecía ser una temporada destinada al éxito ha dado un giro inesperado, y la tensión en el vestuario parece estar aumentando.

Bellingham, quien en su primera temporada con el Real Madrid deslumbró con su capacidad goleadora, se encuentra ahora lejos de su mejor forma. La llegada de Mbappé, proveniente del París Saint-Germain, ha alterado el esquema táctico de Carlo Ancelotti, desplazando al inglés a una posición más retrasada en el campo. Este cambio ha limitado su capacidad para generar jugadas ofensivas, y hasta el momento, no ha logrado marcar en los nueve partidos disputados en La Liga, la Champions League y la Supercopa de Europa, acumulando solo dos asistencias.

A estas alturas de la temporada pasada, Bellingham había anotado 10 goles, lo que le posicionaba como uno de los jugadores más determinantes de Europa. Sin embargo, su actual rol más creativo y menos ofensivo ha afectado su rendimiento. Medios como Marca han sido contundentes al analizar su desempeño: “Bellingham ha pasado de 10 a 0 en un año”. Mientras tanto, The Sun destacó su dificultad para mantener el nivel: “El 38 veces internacional con Inglaterra aún no ha marcado para el Madrid”.

La frustración de Bellingham quedó evidenciada en un incidente durante el partido contra el Celta. En una jugada ofensiva, Vinicius Jr. decidió rematar en lugar de asistir al británico, quien estaba mejor posicionado para definir. Las cámaras captaron la visible molestia de Bellingham, quien expresó su frustración con gestos y palabras dirigidas a su compañero.

Tras el partido, Carlo Ancelotti intentó apaciguar las especulaciones, minimizando el episodio: “Si se ha enfadado, es que tiene carácter”, comentó el entrenador, asegurando que ambos jugadores no tienen problemas y que los vio riendo juntos tras el encuentro. No obstante, la situación revela una creciente presión dentro del equipo, que debe gestionarse cuidadosamente para evitar mayores fricciones.

Con el Real Madrid en la segunda posición de La Liga, a la sombra del Barcelona, y enfrentando importantes compromisos, como el próximo Clásico y un choque crucial contra el Borussia Dortmund en la Champions League, la gestión de esta tensión interna será clave para mantener la estabilidad en el equipo.

Con información de Infobae

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