Carlos Alcaraz ha comunicado en sus redes sociales que no podrá disputar el Masters 1.000 de Roma la próxima semana. El número tres mundial, plaza mantenida después del abandono de Daniil Medvedev la noche del jueves, ha confesado que después de jugar en Madrid sintió “molestias en mi brazo”.
“Me he hecho unas pruebas y tengo un edema muscular en pronador redondo, consecuencia de mi última lesión. Desgraciadamente, no voy a poder jugar en Roma. Necesito descanso para recuperarme y poder jugar sin dolor al 100%”, anunciaba el tenista.
Lo cierto es que, la participación de Carlitos en Madrid no estaba segura. No pudo disputar ni Mónaco ni Barcelona por sus dolencias en el antebrazo derecho. Se decidió a probarse en Madrid. Al principio, se conformaba con jugar dos partidos, con el único objetivo de medirse en pista y comprobar con la exigencia que supone un partido oficial cómo respondía su brazo. Superó en un partido de más de tres horas en los octavos de final al alemán Jan-Lennard Struff, y confesó que “hay momentos en los que aprietas la derecha, en los que quizás tengas un poco de dudas”. Sin embargo, valoraba de forma “superpositiva” haber aguantado tres horas.
De hecho, el español no se quitó en ningún momento el manguito que portaba a modo de protección en el brazo derecho. Ante Andrey Rublev en cuartos realizó un buen primer set, sin embargo, su rendimiento fue decayendo considerablemente a medida que avanzaba el partido. Le costaba adelantarse en el marcador, aprovechar las oportunidades que se le presentaban, y esto fue lo que hizo que el ruso apeara a Carlitos del Mutua Madrid Open. “Creo que en Roma seguiré con la protección por precaución”, aseguraba después en rueda de prensa, adelantando que su objetivo estaba en “ir a Roma con las mejores sensaciones posibles”, pero parece que, la sensación del español, después de realizar las pruebas médicas oportunas, iba más allá de sensaciones de molestia.
Alcaraz mantiene el tercer puesto del ranking ATP
Con importantes figuras del circuito lesionadas, habrá que esperar a ver quiénes terminan accediendo a asistir a Roma y quiénes se reservan para afrontar el segundo Grand Slam del año, el Roland Garros. Así, con un ranking ATP tan ajustado, cualquier cosa puede pasar a estar alturas de la temporada.