Desde entonces hemos escuchado a ‘Iron Mike’ hablar de diversos temas relacionados con la actualidad del boxeo. El de Brooklyn se declaró fan de David Benavidez y aseguró en una entrevista en el canal FightHub que a día de hoy le parece casi invencible. «Benavidez le gana a cualquiera. Hasta que llegue el día en que le ganen, apostaré siempre por él, y aunque alguien le llegue a ganar, seguiría apostando por él», apuntó.
La comunidad del boxeo esperaba que Tyson se pronunciara sobre un posible enfrentamiento entre Benavidez y Canelo, aunque el excampeón se limitó a decir: «Creo que su actitud lo hace un peleador especial, antes era ese niño gordito y ahora quiere probarse delante del mundo. Los boxeadores más peligrosos son esos que eran chicos inseguros. No tengo que decir el nombre de nadie en concreto, pero estoy convencido de que le ganaría cualquiera con el que se enfrente en el ring». A Benavidez aún le toca superar a Plant, un rival infravalorado, pero que ya sabe lo que es la derrota tras ser noqueado por Canelo.
Respecto a la posible pelea entre Fury y Usyk por todos los títulos del peso pesado, ‘Iron’ piensa que el ucraniano tendrá que plantar cara a su rival si no quiere que los jueces se lo hagan pagar. «Usyk no podrá estar corriendo siempre. Tyson lo atrapará en la esquina, y cuando lo haga le hará bastante daño. No puede correr todo el rato porque en determinados momentos tendrá que pelear o los jueces no le otorgarán una decisión favorable».
El vencedor, también lo tiene claro: «Fury será el ganador». Automáticamente, Tyson reprochó al campeón del WBC: «Y tendría que pelear más. Se toma demasiado tiempo entre combate y combate. Yo peleé 15 veces en un año y soy un firme creyente de que hay que subir al ring cuatro o cinco veces al año».
Esas 15 peleas de las que habla se produjeron en 1985, el año en el que Mike Tyson dio el salto a profesional, tras su fallido intento de ser olímpico. Ganó 11 de esas 15 por KO en el primer asalto. En 1986 hizo 13, aunque ya con Cus D’Amato fallecido. En su último combate de ese año se proclamó campeón mundial ante Trevor Berbick, pero en el 86 su mejor rival -el más duro que ha tenido en su carrera, según declaró- fue el cubano José Ribalta. El mejor Tyson tuvo enfrente a un boxeador que se mostró casi indestructible y sólo cedió al final.