MANILA.- Mikal Bridges obró un milagro para forzar el tiempo extra. Pero el agónico enceste fue insuficiente para evitar que Estados Unidos regrese a casa con las manos vacías de la Copa Mundial de baloncesto y, luego de 87 años de espera, Canadá ha vuelto al podio en un gran torneo.
Dillon Brooks anotó 39 puntos, Shai Gilgeous-Alexander agregó 31 puntos y 12 asistencias y Canadá obtuvo su primera medalla en un campeonato de envergadura desde 1936 tras vencer el domingo 127-118 a Estados Unidos en el duelo por el tercer lugar en Manila.
Estados Unidos se despidió sin medallas por segundo Mundial seguido. Fue apenas la séptima en 38 participaciones en Juegos Olímpicos o mundiales que el seleccionado estadounidense no atrapó ningún tipo de medalla.
“Estados Unidos no gana la Copa Mundial desde 2014”, dijo el entrenador de los estadounidenses, Steve Kerr. “Es durísimo. Estos equipos a nivel FIBA son muy buenos, están bien entrenados, llevan una continuidad y llevan mucho tiempo jugando juntos. Esto es difícil, ya era difícil”.
Los estadounidenses eran los favoritos al título, y terminaron perdieron tres de sus últimos cuatro partidos.
RJ Barrett aportó 23 unidades para Canadá (6-2), que mejoró a 2-21 en los duelos directos ante Estados Unidos en las principales citas de la FIBA. La única victoria a nivel FIBA en un torneo de las Américas en 2005, sin jugadores de la NBA. El que fue convocado para este Mundial estaba repleto: Canadá citó a siete de la NBA y los 12 de Estados Unidos compiten en la liga.
Pero tres de los estadounidenses — Brandon Ingram, Paolo Banchero y Jaren Jackson Jr. — se perdieron el partido del domingo por enfermedad. Anthony Edwards lideró a Estados Unidos (5-3) con 24 puntos. Austin Reaves anotó 23 y Bridges agregó 19.
Bridges se lució en los últimos segundos del tiempo reglamentario al cobrar unos tiros libres. Anotó el primero, falló intencionalmente el segundo y recuperó el rebote por el rincón derecho. Bridges dio un giro y lanzó detrás de la raya de tres puntos para igualar el marcador, 111-111.
Kelly Olynyk por poco lo empató para Canadá en la última jugada con un disparo de larga distancia.
“Este equipo fue increíble, especial”, dijo el entrenador de los canadienses, el español Jordi Fernández. “Es el comienzo de algo especial que perdurará mucho”.