¿Qué debe hacer Lamine Yamal para no convertirse en un Neymar 2.0?

Aunque siguen en activo, el futbol ya vive la era post Messi y post Cristiano Ronaldo, ambos en la parte final de sus carreras y en ligas alejadas de la élite.

Hoy toca entender a un nuevo modelo de futbolista y a un nuevo modelo de personas. Cada vez es más frecuente que surjan chicos de 16, 17 y 18 años dispuestos a comerse el mundo a puños y con el talento para hacerlo.

El mejor y mayor ejemplo es Lamine Yamal, un auténtico prodigio que se saltó todos los procesos y en un pestañeo demostró unas condiciones increíbles que lo colocaron antes de cumplir la mayoría de edad en las grandes ligas del balompié, en el hombre a seguir por los próximos 10 o 15 años.

Yamal pertenece a una generación que no entiende la vida sin las redes sociales, y si bien antes de la sobreexposición a la que hoy está sometido se había mostrado como un chico maduro y centrado, al final del día se trata de un adolescente que irremediablemente se va a equivocar.

Festejó su cumpleaños lleno de brillo, mostrando poder, opulencia, rodeado de los influencers del momento y hasta pagó por un show protagonizado por personas de talla baja, lo que le acarreó una ola de críticas.

Dentro de la cancha hay poco que cuestionarle, pues más allá de que tendrá buenos —la mayoría— y malos partidos, es de esa estirpe de futbolistas por los que la gente paga un boleto o prende el televisor.

Hace muy bien algo que tiene trascendencia mundial: jugar al futbol. Ahora, el desafío que le espera es mayor tras convertirse en figura del Barcelona y de la selección española: mantenerse y crecer.

Messi no construyó su leyenda sólo con base en su talento: por más de 15 años se mantuvo en la cima gracias también a la disciplina, mentalidad, compañerismo, el llamado entrenamiento invisible y un sinfín de factores que cuidó y procuró temporada tras temporada.

Yamal ya llegó, ahora resta ver por cuánto tiempo se queda. Hoy no tiene garantías de nada, y si comete el mismo error que recientemente reveló Ousmane Dembélé que creía que con su capacidad futbolística le alcanzaría para ser estrella, o peor aún, el de Neymar que se dejó seducir por la fiesta, tendrá una carrera llena de altibajos.

¿QUÉ DEBE HACER PARA NO CONVERTIRSE EN UN NEYMAR 2.0?

1) En primer término, aprender de los errores, porque los cometerá y muchos.

2) Identificar que su condición de figura mundial del futbol no le da derecho a todo, al revés, lo obliga a ser ejemplar, profesional, humilde y empático.

3) Mantener esa rutina que describió hace poco Luis de la Fuente, técnico de España: entrenar como el que más, cuidarse, nunca asumir que lo sabe todo, asistir al nutriólogo, al psicólogo y divertirse con responsabilidad en su faceta como jugador y persona.

Nada de lo anterior descrito significa que Yamal deba limitar las actividades propias de un joven. No es su responsabilidad los temas que elijan los medios para hablar a su alrededor.

Que si festeja simulando colocarse una corona de rey, que si organiza fiestones, que si se divierte con una mujer mayor, que si ya tiene novia y un interminable etcétera.

Que Lamine Yamal admire a Neymar es algo natural, el brasileño fue un futbolista fantástico, aunque no está de más que nunca pierda de vista que su ídolo traicionó al Barça y se traicionó a sí mismo, porque tuvo todo para ser el heredero de Messi y eligió el dinero por encima de la gloria deportiva. Con información de ESPN.

¡DIOS BENDIGA A HONDURAS!