Roger Federer figura ya entre los pocos deportistas reconocidos por haber adquirido una fortuna que supera los mil millones de dólares, según un reciente informe de Forbes. El excampeón suizo, retirado de la actividad profesional en 2022, alcanzó el estatus de séptimo atleta multimillonario de la historia después de lograr un patrimonio neto estimado en 1.100 millones de dólares. Este hito lo ubica en la cúspide de la elite deportiva internacional, no solo como referente del tenis, sino como empresario y modelo de inversión fuera del terreno de juego.
Durante su carrera, Federer mantuvo una firme presencia en la cima del negocio del tenis mundial. Aunque no fue el jugador con más títulos ni mayores ganancias en premios, se mantuvo como el tenista mejor pagado durante 16 años consecutivos. El mayor volumen de sus ingresos no provino de los torneos, sino de contratos publicitarios, asociaciones estratégicas y la apuesta por startups que transformaron la economía global del deporte. El caso más destacado es su inversión en la marca suiza de calzado y ropa On, donde posee una participación minoritaria que resultó determinante en su riqueza actual.
El análisis publicado por Forbes indica que el tenista suizo obtuvo cerca de 1.000 millones de dólares por actividades extraprofesionales, convirtiendo su imagen y reputación en activos esenciales. Un ejemplo fue el año 2020, cuando generó 106,3 millones de dólares antes de impuestos, más que cualquier otro atleta a nivel mundial ese año. Esta cifra evidencia el poder comercial de Federer, independientemente de los resultados deportivos.
La lista de deportistas con fortunas superiores a los mil millones de dólares incluye figuras emblemáticas de diferentes disciplinas. Además de Federer, allí figuran los basquetbolistas Michael Jordan, Magic Johnson y LeBron James —estos dos últimos lograron esa fortuna estando todavía en actividad—, el golfista Tiger Woods (quien junto a James alcanzó el hito sin haberse retirado), además de Junior Bridgeman y del rumano Ion Țiriac. Este último fue el primer tenista multimillonario gracias a sus negocios e inversiones posteriores a su retiro, según los datos recopilados por el medio estadounidense.
La fortuna de otros tenistas profesionales
El contexto actual del tenis profesional revela el avance de nuevas figuras en materia de ganancias y contratos globales. El español Carlos Alcaraz fue reconocido como el tenista activo con mayores ingresos en los últimos doce meses, con un total de 48,3 millones de dólares, ocupando ese primer lugar por segunda vez consecutiva. Solo Federer, Djokovic y Naomi Osaka han registrado mayores ingresos en un solo año. El italiano Jannik Sinner, actual número uno del mundo, aparece en la segunda posición en cuanto a ganancias, alcanzando 47,3 millones de dólares, casi el doble respecto a los 26,6 millones conseguidos en el año anterior. Dentro de esa cifra, la fracción procedente directamente de premios ascendió a 20,3 millones de dólares, la tercera marca más alta desde que Forbes realiza este tipo de relevamientos económicos en el deporte de elite. Únicamente Djokovic había superado esa cifra en años previos.
En la rama femenina, Coco Gauff lideró entre las mujeres con 37,2 millones de dólares, lo que la posiciona como la atleta femenina con mayores ingresos del periodo reciente. La actual configuración del podio del tenis marca una renovación generacional: por primera vez desde 2010, los tres principales referentes económicos del circuito tienen menos de 30 años. Los diez jugadores con mayores ingresos sumaron 285 millones de dólares en el último año, lo que representa una suba del 16% respecto al anterior, aunque permanece por debajo del récord de 343 millones registrado en 2020. La evolución del negocio deportivo, combinada con la gestión comercial individual de figuras como Federer, sigue redefiniendo los alcances de la profesionalización en la industria del deporte internacional. Con información de Infobae